Las bacterias responsables de la gingivitis pueden pasar de una persona a otra. Adoptar algunas buenas prácticas de higiene te ayudará a protegerte de ellas.
Aunque la gingivitis no se contagia del mismo modo que un resfrío o una gripe, las bacterias que la ocasionan sí pueden transmitirse a través de la saliva. Besar o compartir utensilios y cepillos dentales facilita la propagación de los gérmenes entre personas, aumentando el riesgo de desarrollar la enfermedad.
La gingivitis se hace evidente con encías rojas, hinchadas, sensibles y sangrantes. Es una problemática bastante común, pero no resulta inevitable, pues su principal factor de riesgo es la higiene bucal inadecuada.
¿Por qué podría «contagiarse» la gingivitis?
La gingivitis es la inflamación de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana, debido a una higiene bucal deficiente. Llamamos placa bacteriana a una fina capa compuesta de bacterias, saliva y restos de alimentos, que se forma sobre la superficie de los dientes y otras estructuras de la boca.
Los microorganismos responsables de la gingivitis incluyen a los bacilos Gram negativos, las bacterias anaerobias, las fusiformes y las espiroquetas, como Capnocytophaga ochracea, Campylobacter rectus, Porphyromonas gingivalis y Actinobacillus actinomycetemcomitans, entre otros.
Si la placa bacteriana no se elimina de manera regular mediante el cepillado, se acumula. El resultado es la inflamación del tejido gingival y las caries. Además, con el tiempo, puede calcificarse y transformarse en sarro.
En caso de que no se instaure un tratamiento adecuado, la gingivitis progresará a periodontitis. Esta es una condición más grave que afecta al hueso que sostiene a los dientes. Provoca movilidad de los elementos dentarios y pérdida de los mismos.
Entonces, lo que sí podemos contagiar son las bacterias presentes en la placa. Estos microorganismos pueden transferirse a través de la cercanía.
Si entras en contacto con la saliva de una persona con gingivitis, sus gérmenes llegarán a tu boca.
El contagio de los microorganismos no implica que necesariamente desarrolles la enfermedad. Pero si tu salud dental es inadecuada, la presencia de las nuevas bacterias aumentará las probabilidades de que tus encías se inflamen.
¿Qué pasa si beso a alguien con gingivitis?
Las bacterias responsables de la gingivitis pueden transmitirse a través de la saliva. Si le das un beso a una persona que padece la enfermedad y tiene mala higiene dental, es probable que sus gérmenes lleguen a tu boca.
Una vez en tu cavidad oral, las bacterias podrán provocar la inflamación de tus encías o no. Dependerá de tus condiciones individuales.
La buena noticia es que si llevas una higiene bucal adecuada, no fumas y no tienes problemas serios de salud, tienes muchas probabilidades de evitar la gingivitis.
Un dato a considerar es que los besos a los niños pueden significar un riesgo de enfermedades orales para ellos, debido a que su sistema inmunitario está en desarrollo. Cuando un adulto con gingivitis o caries activas besa a un bebé en los labios, puede transmitirle las bacterias responsables de estas patologías. En concreto, sabemos que los niños con padres que padecen enfermedades de las encías tienen más probabilidades de desarrollar periodontitis.
¿Qué otras formas de contagio existen?
Las bacterias responsables de la gingivitis también pueden transmitirse a través de diversas actividades cotidianas que implican el intercambio de saliva, como las siguientes:
- Usar el mismo cepillo de dientes.
- Compartir utensilios para comer.
- Probar o soplar la comida de los niños.
- Beber de la misma taza, botella o sorbete.
- Limpiar chupetes o biberones con la saliva.
- Compartir instrumentos musicales de viento, como flautas.
Quienes tienen una higiene dental deficiente son más propensos a transmitir sus bacterias a los demás. Esto es así porque su grado de colonización es elevado.
¿Quiénes tienen más riesgo de gingivitis tras el contagio?
Una vez que adquieres las bacterias responsables de enfermar a tus encías, podrás o no desarrollar gingivitis. Será más probable que aparezca la enfermedad si tienes algunos de los siguientes factores de riesgo:
- Fumas.
- Tomas ciertos medicamentos, como fenitoína o nifedipino.
- Atraviesas cambios hormonales por el embarazo o la pubertad.
- Posees predisposición genética y en tu familia hay casos de gingivitis.
- Eres respirador bucal, es decir, respiras por la boca gran parte del tiempo.
- Tienes diagnóstico de cáncer, VIH, diabetes o una enfermedad inmunosupresora.
- Llevas una alimentación sin variedad, con alta proporción de azúcares y pocos ingredientes protectores de la salud bucal.
Si presentas alguna de estas situaciones o características, deberías extremar los cuidados de tu boca.
¿Cómo puedes prevenir la gingivitis?
Para evitar la enfermedad tendrás que mantener una buena higiene bucal y adoptar hábitos saludables. Aquí tienes algunos consejos prácticos que te ayudarán a cuidar tus encías.
Higieniza tu boca en varios pasos
Cepillarse es solo una parte. Para lograr un abordaje completo de tu cavidad bucal procura cumplir con las siguientes acciones:
- Cepíllate los dientes al menos dos veces al día. Asegúrate de alcanzar todas las superficies de los elementos dentarios y la línea de las encías.
- Utiliza hilo dental a diario para eliminar la placa y los restos de comida que se acumulan entre los dientes y debajo de la línea de las encías.
- Una vez al día, reduce la cantidad de bacterias en la boca con un enjuague bucal.
- Usa una pasta dental con flúor.
Aliméntate de manera equilibrada
Consume una dieta nutritiva y variada, rica en frutas, verduras y proteínas magras. Los alimentos con vitamina C, como los cítricos, fortalecen los tejidos gingivales y reducen la inflamación.
También debes aprovechar la fibra de las frutas y verduras para eliminar los residuos de la boca y estimular la producción de saliva. Consumir lácteos y chicles sin azúcar es beneficioso, ya que ayudan a neutralizar los ácidos que podrían dañar los dientes y las encías.
Por otra parte, evita los alimentos y bebidas azucaradas y los ultraprocesados. Contienen compuestos que contribuyen a la formación de placa bacteriana.
Evita el tabaco
¡Deja de fumar! Este hábito se asocia con un alto riesgo de patologías orales, como cáncer, periodontitis, gingivitis, caries y halitosis. La nicotina reduce la producción de saliva y provoca sequedad en la boca.
Cuando hay falta de humedad, las bacterias proliferan más y se favorece la formación de sarro. Además, el tabaco en sí mismo, el calor y el humo del cigarrillo, irritan y debilitan las encías.
No compartas objetos personales
Evita compartir cepillos de dientes, utensilios o cualquier objeto que entre en contacto con tu boca. En el caso de los elementos de higiene oral, es también importante que se limpien adecuadamente después de su uso y que se coloquen distantes unos de otros en el mismo hogar, para evitar contaminaciones cruzadas.
Visita a tu dentista
Realiza chequeos regulares con tu odontólogo para mantener las encías saludables y detectar cualquier problema a tiempo. Es una recomendación que aplica a cualquier edad.
Puedes programar limpiezas profesionales cada 6 meses. De este modo, un especialista elimina la placa bacteriana y el sarro que no pudiste controlar con tu cepillado.
En caso de notar mal aliento, encías inflamadas, hinchadas, rojas, sensibles y que sangran con facilidad, pide una cita con tu dentista. Los síntomas podrían indicar una infección bacteriana que se ha convertido en gingivitis o periodontitis.
Cuida tu salud bucal para evitar la gingivitis
La inflamación de las encías no es una enfermedad que se contagie de manera directa. Sin embargo, las bacterias presentes en la saliva sí se pueden propagar y, en un ambiente oportuno, causar gingivitis.
Adoptar hábitos rigurosos de higiene, mantener una alimentación equilibrada, evitar el tabaco y visitar al dentista de manera frecuente te ayudarán a controlar la placa bacteriana y prevenir la enfermedad. Asimismo, será importante que evites compartir cepillos de dientes y otros utensilios personales.
Si tus encías ya están rojas, sensibles y sangran al cepillarte, es mejor acudir al odontólogo. Con el tratamiento oportuno recuperarás tu bienestar, evitarás complicaciones y protegerás la salud de los que te rodean.