Mi asistencia al 28vo Congreso del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia me sirvió para encontrarme con viejos amigos, compañeros de estudios de la carrera de medicina y de la especialidad en Gineco-Obstetricia. Algunos en mejores condiciones físicas que yo, pero otros ya bastante deteriorados por el paso de los años y el elevado estrés del ejercicio de nuestra especialidad que, además de intenso, es constante.
También me encontré con algunas novedades dentro del área de la gineco-obstetricia, con las que no me quiero involucrar, reconociendo de ese modo que debe uno percatarse de cuándo ya tiene poco que aportar y debe abrir paso a las nuevas generaciones que aguardan con sus conocimientos y bríos juveniles que se les dé la oportunidad de poner en práctica sus múltiples conocimientos y empezar a adquirir la experiencia que solo dan los años y las vivencias acumuladas con la atención de miles de pacientes.
Hombres trans
En cuanto a los temas tratados con más énfasis en el Congreso, debo reconocer que no se me había ocurrido, por ejemplo, que los hombres trans deben asistir con regularidad a la consulta ginecológica, puesto que aunque su identidad de género es masculina y emocionalmente se sienten hombres, al nacer fueron asignados en género femenino y poseen genitales internos y externos femeninos.
Una gran parte de ellos conservan sus genitales femeninos, los cuales, naturalmente, pueden verse afectados por padecimientos propios de estos, como la miomatosis uterina, el cáncer cervico uterino, los trastornos menstruales y hasta embarazos indeseados pueden producirse, a pesar de que reciben con periodicidad tratamiento a base de hormonas masculinas.
Ya es relativamente común en México, realizarles intervenciones quirúrgicas en las que se les extraen los genitales internos femeninos, la vagina y los labios mayores y menores de la vulva, y se les crea un pene con un colgajo de piel con el que se envuelve un implante peneano, preferiblemente de tipo inflable, el cual puede inflarse con una bombita para crear una erección y posteriormente desinflar, el que se apoya en el hueso pubis, para darle sostén.
Mamas
Algo en lo que también se ha avanzado mucho es en las técnicas de extirpación de las mamas, manteniendo el pezón, el cual se adecúa quirúrgicamente, en los casos en que tiene una forma definidamente femenina. Estas técnicas quirúrgicas propician el desarrollo de los músculos pectorales y la amplitud de la caja torácica, para dar al tronco un aspecto masculino.
En cuanto a la mujer trans la medicina también ha avanzado mucho. Este es un término que engloba a las personas que habiendo sido asignadas en género masculino al nacer, su identidad de género es femenina. De algún modo me sorprendió la existencia de esquemas hormonales femeninos para aplicar en estas mujeres, porque se ha demostrado que algunos de estos esquemas si no son aplicados con racionalidad estimulan el desarrollo de cáncer de mama.
Vagina
El desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas que permite extirparles los genitales masculinos y crearles una vagina funcional con sus respectivos labios mayores y menores es sorprendente. Y los progresos quirúrgicos continúan, ya en Brasil han realizado con éxito el transplante de útero, lo que teóricamente permitiría a estas mujeres. en una primera fase, ser portadoras de un embarazo y de lograrse luego también el transplante de los ovarios, poder conseguir sus propios embarazos, con la naturalidad con que lo logran las que nacen con órganos femeninos.
Recuerdo que en 1968, mi maestro, el Dr. Francisco Hernández Ramírez, me invitó a participar en un equipo quirúrgico dirigido por él, para realizar transplantes experimentales de útero en perras, con idea de luego realizarlos en mujeres que hubieran perdido su útero por algún padecimiento médico, sin haber tenido su paridad satisfecha. Aunque el proyecto contaba con la aprobación del Dr. Trifón De la Sierra, Director del Depatamento de Cirugía Experimental de la Facultad de Medicina de la UNAM en México, el prolongado movimiento estudiantil huelgario del 1968 echó por tierra el proyecto.
En cuanto a la creación de mamas con forma y aspecto femenino también se ha avanzado bastante. Inicialmente solo se utilizaban implantes mamarios, pero con estos pocas veces se conseguía la creación de una mama con apariencia femenina natural, cosa que se consigue en la actualidad, con la utilización de la grasa feminoide del bajo vientre, que es una grasa hormonodependiente.
Algo que no dejó de llamarme la atención, fue el anuncio de un centro médico privado para atención exclusiva de hombres y mujeres trans, en el que participan médicos y psicólogos trans con 18 diferentes especialidades. Igualmente se propuso la creación de una nueva especialidad médica, con el mismo rigor científico y académico de las otras especialidades médicas. Al cursar dicha especialidad se obtendría el título de Especialista en la atención de hombres y mujeres trans.
No cabe duda que la medicina avanza y procura adecuarse a las particularidades epocales. Pero esto no sucede de manera homogénea en todos los países. Y es de entenderse que sea así, porque la aceptación oficial de matrimonios en parejas del mismo sexo requiere una modificación constitucional en la mayoría de los países latinoamericanos, en donde se establece como fundamento de la familia el concurso de voluntades de un hombre y una mujer con el objeto de formar esta estructura social que es la base de la sociedad.
De cualquier forma, la formación de parejas de un mismo sexo es una realidad en el mundo actual y no se gana nada con vendarse los ojos para no ver esta verdad, pretender desconocerla o de algún modo rechazarla. La autonomía de la voluntad es un derecho fundamental que debe ser respetado tanto al pensar en parejas heterosexuales, como en homosexuales.