El alcalde y los concejales no entienden el peligro que representan los vertederos
- Por BIENVENIDO SEGURA DIAZ
- Fecha: 17/07/2024
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POR BIENVENIDO SEGURA
Si la acumulación irregular de basura o desechos sólidos no fuera un peligro para la salud y la vida de las personas, yo no invirtiera un solo segundo de mi tiempo para tratar el tema.
Pero sucede que no es así. Los basureros irregulares y los vertederos improvisados son fuente permanente de contaminación ambiental y hospedero de insectos y roedores que se convierten en vectores para la transmisión a niños y adultos de virus, bacterias, parásitos, hongos y otros patógenos.
Estos almacenes de basura o desechos sólidos a cielo abierto se instalan ante la mirada indiferente del alcalde, concejales y lambiscones internos y externos de la alcaldía. Solo se concentran en la limpieza precaria del centro de la ciudad.
Pero el alcalde y los concejales no entienden el peligro que representa la acumulación irregular de basura y la formación de vertederos. Los basureros son verdaderos criaderos de vectores capaces de provocar brotes de gastroenteritis, salmonelosis, dengue, malaria, filariasis, leptospirosis, tétanos, meningococcemia, gripe, dermatitis, parasitosis, cólera, faringitis, hepatitis y un sinfín de enfermedades infecciosas que afectan la salud colectiva.
La razón es sencilla, pues se postulan a cargos electivos sin estar calificados ni capacitados para ejercer esas funciones. Estructuran un discurso y se presentan al electorado con alforjas repletas logrando persuadir a incautos que pululan en la masa partidaria y a no incautos que engrosan las elites de las formaciones políticas.
Esos pseudo paladines de la municipalidad desconocen la población a la que aspiran servir, número de familias, demografía, producción per cápita de desechos sólidos y por lo tanto no pueden elaborar planes para disponer finalmente con eficiencia y eficacia de la basura que se genera en el pueblo.
Los concejales o regidores en su mayoría, son hombres y mujeres sin ninguna capacidad. Solo acuden a las sesiones a husmear nichos de posibles negocios o en la búsqueda de beneficios particulares. Un ticket de combustible les basta a veces para hacerse cómplices de las malas acciones del o la incumbente municipal o distrital.
El trabajo en la alcaldía es simple si se tiene capacidad de gestión y voluntad de trabajar a favor de los munícipes, planificando y ejecutando acciones en coordinación con el liderazgo político, social y comunitario. Estructurando equipos con hombres y mujeres conocedores de los problemas y sus soluciones y que a la vez puedan proyectar a futuro la ciudad o el pueblo al que aspira la sociedad.
Ojalá algún día, alcalde y concejal se sinceren con sus electores, admitan su incapacidad para gestionar institucionalmente la alcaldía y se hagan asesorar o ayudar de buenos técnicos políticos. Otra opción es renunciar y dedicarse a una labor que puedan hacer bien. Para lo último hace falta dignidad.
jpm-am