La menstruación ligera puede ser consecuencia de cambios hormonales normales o un síntoma de problemas de salud. El estrés y la malnutrición son algunas de sus causas.
El sangrado menstrual de poca cantidad o que dura menos días que lo habitual es conocido como hipomenorrea. Puede que la única manifestación esté en el volumen de la menstruación, pero también podría acompañarse de dolores, náuseas o estreñimiento.
Un sangrado será considerado como hipomenorrea cuando no supere los 30 mililitros por ciclo. Otra característica podría ser una duración acortada de la regla, restringida a solo uno o dos días.
A veces, se trata de una situación excepcional, que no presenta mayores riesgos ni requiere tratamiento. Sin embargo, también puede ser síntoma de enfermedades subyacentes. Por tal motivo, es importante consultar con un ginecólogo.
¿Cómo saber si tengo hipomenorrea?
Aunque los ciclos menstruales varían en cada mujer, hay una serie de parámetros que definen a un período como normal y son los siguientes:
- 30 mililitros es la cantidad de sangrado promedio, con un máximo de 80 mililitros.
- El sangrado menstrual aparece, aproximadamente, cada 28 días.
- El flujo menstrual dura entre 3 y 5 días.
No obstante, en situaciones como la adolescencia, la hipomenorrea, la hipermenorrea y otras alteraciones se consideran esperables. Son cambios que derivan de cambios hormonales y de una ovulación irregular.
Ahora bien, la existencia de alguna característica anómala, debería llevar a la consulta médica. Un sangrado menstrual de un solo día de duración o en una cantidad insuficiente para llenar 7-8 toallitas íntimas durante toda la menstruación, podría ser indicativo de hipomenorrea.
¿Cuáles son los síntomas?
Además del flujo menstrual más ligero de lo normal, podrían aparecer otras alteraciones del ciclo. Es decir, menstruaciones espaciadas, que se presentan cada 30 o 40 días, o un aumento de la frecuencia, con reiteración del sangrado antes de que pasen 21 días.
Otra posibilidad es que el momento del periodo sea escaso, pero luego haya un sangrado intermenstrual anormal. O que algunos ciclos no se completen y ocurra amenorrea secundaria.
También podrán manifestarse síntomas de acuerdo a la causa detrás de la hipomenorrea, como los siguientes:
¿Cuáles son las causas de la hipomenorrea?
Los cambios y desequilibrios hormonales pueden producir escasez del periodo. Es así que los bajos niveles de estrógenos y progesterona modifican la regularidad y el volumen de la menstruación. Por ende, tanto la adolescencia como la edad cercana a la menopausia son factores de riesgo para la hipomenorrea.
Además, durante los primeros meses después del parto, las mujeres que amamantan de modo exclusivo experimentan un periodo de amenorrea, por los niveles elevados de prolactina. A medida que continúa la lactancia, la prolactina disminuye gradualmente y se comienza con hipomenorrea, como paso previo a la restauración de los ciclos habituales.
Aun así, existen enfermedades y hábitos que ocasionan flujo ligero y que no forman parte de las etapas naturales de crecimiento y envejecimiento. Veamos cuáles son.
Malnutrición y cambios acentuados de peso
Los cambios bruscos en la composición corporal alteran la proporción de los tejidos hormonalmente activos. Por ejemplo, de los lípidos. Ello modifica la concentración de estrógenos y, así, varía el ciclo menstrual.
La deficiencia de nutrientes también es desencadenante de hipomenorrea. Por ejemplo, niveles bajos de ingesta de zinc se asocian a un flujo ligero.
Trastornos de la conducta alimentaria
La hipomenorrea en este contexto suele ser resultado del cambio en el peso corporal y los desequilibrios hormonales. Las personas con anorexia nerviosa, a menudo experimentan amenorrea. Sin embargo, antes de ello, es común que atraviesen una etapa de flujo muy ligero.
Estrés o ansiedad
El exceso de cortisol deriva en una menor producción de estrógenos y progesterona. Esto sucede bajo situaciones prolongadas de estrés o cuando se viven momentos de ansiedad extrema.
No obstante, tiende a ser una condición temporal. Superados los estresores, la menstruación recupera su normalidad.
Alteraciones estructurales en el útero
Algunas enfermedades y trastornos que cambian la forma del útero, como los pólipos o los fibromas, se expresan con modificaciones en el ciclo menstrual. Lo mismo sucede con las lesiones en el órgano o las secuelas de cirugías uterinas.
Uso de anticoncepción
Algunas mujeres experimentan períodos menstruales más ligeros o menos frecuentes cuando utilizan anticonceptivos hormonales. Esto se debe a que los métodos suprimen la ovulación y afectan los niveles de estrógenos y progesterona.
También los dispositivos intrauterinos (DIU) hormonales tienen como efectos adversos los cambios en el ciclo menstrual. Aquellos con levonorgestrel son los más asociados a la hipomenorrea a largo plazo.
Enfermedades de tiroides
Los niveles bajos de hormonas tiroideas en la sangre pueden reducir el flujo menstrual. Inclusive, para muchas mujeres con hipo e hipertiroidismo, los trastornos del ciclo menstrual son sus síntomas principales, incluido el problema de infertilidad.
Hiperprolactinemia
Los niveles elevados de prolactina en sangre, como sucede con la lactancia, pueden ser también señales de una enfermedad. Su alta concentración circulante modifica los patrones de sangrado menstrual.
De acuerdo con las investigaciones, la hipomenorrea no es el trastorno más vinculado la hiperprolactinemia, pero puede aparecer hasta en el 19 % de las pacientes. Lo más habitual es la oligomenorrea y la amenorrea.
Síndrome de Asherman
Este síndrome es una condición poco común, pero grave. Se caracteriza por la formación de adherencias o cicatrices dentro del útero.
Tanto la hipomenorrea como la infertilidad son parte de la definición del cuadro clínico. Para procurar una solución se recurre a la eliminación quirúrgica de las adherencias y a la terapia hormonal.
Bajo porcentaje de grasa corporal
Un porcentaje muy bajo de grasa en el cuerpo se puede asociar a una pérdida de peso sostenida o al desarrollo de una composición corporal especial. Tal es el caso de los deportistas con mucho tejido muscular o las bailarinas de ballet. Las jugadoras de fútbol femenino, por ejemplo, son propensas a las alteraciones de su ciclo menstrual.
El hecho es que la grasa tiene actividad metabólica y hormonal. Su presencia disminuida en extremo cambia el equilibrio interno, pudiendo manifestarse con hipomenorrea.
Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
En el SOP, el cuerpo produce cantidades altas de andrógenos, lo que interfiere con la maduración y la liberación de los óvulos. Esta disfunción ovárica lleva a la formación de múltiples quistes pequeños en los ovarios.
Uno de los síntomas más comunes del síndrome es la irregularidad menstrual. Ello se manifiesta con ciclos menstruales irregulares, periodos ausentes o escasos.
¿Qué debo hacer si tengo hipomenorrea?
Un paso esencial para la sospecha y su confirmación es llevar registro de tu ciclo menstrual. Anota la duración y la cantidad de flujo durante varios periodos para tener una idea más clara.
Con esa información, lo siguiente será consultar con un especialista médico, quien evaluará los síntomas para determinar la causa de la regla escasa. Es probable que te solicite análisis de sangre y ecografías.
El tratamiento estará sujeto a lo diagnosticado. En ocasiones, bastará con modificar algunos hábitos de vida, como la alimentación o la intensidad de la actividad física. Si el problema deriva del estrés, podrá abordarse mediante técnicas de meditación, yoga o relajación.
Por otro lado, la hipomenorrea originada en el útero, en desequilibrios hormonales o en un síndrome de ovario poliquístico o de Asherman, tendrá que tratarse con un plan médico particular.
¿Se puede prevenir la hipomenorrea?
Ya que hay periodos de flujo escaso que derivan de hábitos o situaciones vitales, se pueden abordar con modificaciones del estilo de vida. Aunque hay que tener en cuenta que algunas causas no se podrán evitar.
De todos modos, los siguientes consejos pueden contribuir a una equilibrada salud hormonal:
- Realizar actividad física moderada.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
- Llevar una dieta balanceada en micronutrientes, con presencia de alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitamina B12.
- Evitar las grasas, las frituras, los embutidos y los ultraprocesados. En cambio, considerar a las grasas saludables, como las derivadas del aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva.
Existen también algunos remedios naturales para diferentes trastornos menstruales. En el caso de la hipomenorrea, según los datos anecdóticos y el conocimiento popular, sería posible aumentar la cantidad de flujo con más ajo, perejil, cebolla y manzanilla en la dieta.
Si vas a usar infusiones de hierbas, hazlo siempre bajo consulta médica previa.
Controlar tu ciclo menstrual con un registro en el calendario es muy útil. Además, hoy no necesitas papel ni llevar una libreta a todas partes. Puedes valerte de aplicaciones para el móvil que facilitan la tarea.
Recuerda que la hipomenorrea puede ser un síntoma de diversas condiciones, algunas más serias que otras. Por lo tanto, más allá de aplicar medidas preventivas o recurrir a remedios naturales, es clave buscar atención médica ante la constatación de un flujo menstrual escaso o de solo un día de duración.