Por Revista Mercado | julio 22, 2024
El ántrax, también conocido como carbunco, es una enfermedad infecciosa grave causada por la bacteria Bacillus anthracis. Esta bacteria es capaz de producir esporas muy resistentes que pueden vivir hasta decenas de años en el medio ambiente, lo que la hace particularmente peligrosa.
El ántrax no se transmite de animal a animal ni de persona a persona. La manera en que contagia a los humanos es cuando las esporas de carbunco se ingieren a través de productos animales contaminados, se inhalan o entran en el organismo a través de cortes en la piel. Una vez que las esporas germinan, se multiplican y producen toxinas que pueden causar graves síntomas en los humanos.
Existen tres tipos de ántrax
- Antrax cutáneo: Es la forma más común de ántrax y se produce cuando la bacteria Bacillus anthracis entra en el cuerpo a través de una herida abierta en la piel. Esta forma de ántrax se caracteriza por la formación de una lesión cutánea que se convierte en una úlcera negra.
- Antrax gastrointestinal: Se produce cuando la bacteria se ingiere a través de alimentos o agua contaminados. Esta forma de ántrax se caracteriza por síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea.
- Antrax pulmonar: Es la forma más grave y letal de ántrax y se produce cuando la bacteria se inhala. Esta forma de ántrax se caracteriza por síntomas respiratorios como tos, dolor en el pecho y dificultad para respirar.
Además, también se pueden clasificar los tipos de ántrax según la gravedad de la infección:
- Antrax leve: Se caracteriza por síntomas leves y una lesión cutánea pequeña.
- Antrax moderado: Se caracteriza por síntomas más graves, como fiebre, dolor abdominal y vómitos.
- Antrax grave: Se caracteriza por síntomas severos, como shock, insuficiencia respiratoria y fallo multiorgánico.
Síntomas del ántrax
Los síntomas del ántrax pueden variar dependiendo del tipo de exposición y pueden desarrollarse en un período de horas a tres semanas. Hay tres presentaciones clínicas del carbunco: cutánea, por inhalación y gastrointestinal.
- Carbunco cutáneo: se desarrolla como un bulto que pica en la zona expuesta y rápidamente se convierte en una llaga negra. Luego de esta primera afección, las personas pueden desarrollar cefaleas, dolores musculares, fiebre y vómitos.
- Carbunco gastrointestinal: causa síntomas iniciales muy parecidos a los de la intoxicación alimentaria, que se agravan hasta causar dolor abdominal intenso, vómitos de sangre y diarrea aguda.
- Carbunco pulmonar: produce síntomas similares a los de un resfriado ordinario, aunque puede derivar rápidamente en dificultades respiratorias graves y choque.
República Dominicana en guardia
Ante la sospecha de un brote de ántrax en Haití, los ministerios de Defensa y Salud Pública de República Dominicana han activado protocolos de seguridad en la frontera para prevenir cualquier posible propagación de la enfermedad. Estas medidas incluyen controles sanitarios estrictos y vigilancia epidemiológica intensificada en la zona fronteriza.
Medidas de seguridad. Según una circular firmada por el ministro de Defensa, Carlos Luciano Díaz Morfa, se instruye a las autoridades a tomar todas las medidas de control sanitario pertinentes en la entrada a República Dominicana, por vía terrestre, aérea y marítima, de personas, equipajes y mercancías procedentes de Haití. Esto incluye la vigilancia epidemiológica intensificada en la zona fronteriza para detectar cualquier posible caso de ántrax.
No hay confirmación diagnóstica. Hasta el momento, no hay confirmación diagnóstica de la ántrax en la República dominicana, y las sospechas actuales se basan únicamente en evaluaciones clínicas preliminares, según los reportes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Llamado a la población. Las autoridades instan a la población a mantenerse informada a través de canales oficiales y a no caer en alarmas infundadas.
Tratamiento y prevención
El diagnóstico del ántrax se puede realizar mediante una muestra de sangre teñida con azul de metileno polícromo, pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o ensayos de inmunoadsorción enzimática (ELISA). Los humanos que se contagien de esta enfermedad necesitan hospitalización y pueden recibir tratamiento profiláctico.
El tratamiento se basa en antibióticos, en particular la penicilina. También existen vacunas, de disponibilidad limitada, tanto para el ganado como para los seres humanos.
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