El Presidente Biden ha dado positivo por COVID-19, según confirmó la Casa Blanca la semana pasada. Este anuncio ha suscitado numerosas preguntas sobre su salud y condición, especialmente con la presión creciente sobre el presidente antes de su decisión de finalizar su campaña para la reelección el domingo.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, informó que el presidente está vacunado, ha recibido refuerzos y presenta síntomas leves. “Regresará a Delaware donde se autoaislará y continuará desempeñando todas sus funciones plenamente durante ese tiempo”, afirmó en ese momento, añadiendo que se proporcionarán actualizaciones regulares sobre el estado del presidente mientras cumple con sus deberes en aislamiento.
Estado de Salud de Biden
Durante una conferencia en la Casa Blanca, la Vicepresidenta Kamala Harris indicó que el presidente “se siente mucho mejor y se está recuperando rápidamente”. Mientras tanto, el presidente permanece en su hogar en Rehoboth Beach, Delaware. Un informe del médico del presidente anterior, dado a conocer por la Casa Blanca, afirmó que sus síntomas “prácticamente se han resuelto por completo”, y que sus signos vitales son normales.
El presidente continúa recibiendo tratamiento con Paxlovid y cumple con todas sus obligaciones presidenciales. A medida que sus síntomas han mejorado, la Casa Blanca ha proporcionado actualizaciones sobre su estado de salud, que no presenta fiebre y sus signos vitales se mantienen estables.
Tratamiento y Variantes
El presidente ha recibido su 10ª dosis de Paxlovid, un medicamento utilizado para tratar el COVID. Se ha determinado a través del análisis genómico que está infectado con la variante KP 2.3, la cual representa aproximadamente un tercio de las nuevas infecciones en EE. UU.
Impacto Político y Salud Pública
Esta situación no solo plantea preguntas sobre la salud del presidente, sino que también tiene implicaciones significativas a nivel político. Con varios funcionarios de alto rango de la administración Biden también dando positivo para COVID-19, la Casa Blanca se enfrenta a desafíos adicionales mientras se intensifica un aumento estival de casos.
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